Historia

DR. CARLOS ASEJO SEDANO
C. de la Real Academia de la Historia.

LOS OÑATE.- Su casa y su familia.

Tras la toma de la ciudad, Guadix por los castellanos, en diciembre de 1489, en virtud de las Capitulaciones con su rey , el Zagal, en el mes de septiembre de 1490 los indígenas musulmanes y judíos fueron expulsados de la Medina y sus Arrabales por el marqués de Villena y asentados, en parte, en un barrio separado y alejado de aquellos, Un barrio que a partir de ese momento, se conocerá con el nombre de la Morería (actual barrio de Santa Ana). Como consecuencia de ello, a partir de entonces, se produce el intento urbanístico, por parte de esos pobladores, de aproximar esa Morería a la perdida Medina, forzando la aparición de una Vía urbana, con esporádicos y dispersos caseríos a su vera, cuyo conjunto se conocerá con el topónimo de Barrio Nuevo que, con el tiempo, dará lugar a varias calles Nuevas. Así, la paralela a la Rambla (actual Mira de Amescua, hasta hace poco llamada calle Nueva. O la otra que accedía, desde aquí, a la muralla para entrarse en la Plaza Mayor (actual Magistral Dominguez), llamada también, hasta hace poco, calle Nueva.

En este Barrio Nuevo, viniendo desde la Morería a la Plaza, el sector de su izquierda estaba ya ocupado, al menos desde la época musulmana, por huertos y cármenes, con proliferación de baños domésticos, viñedos y morales, que venían a dar sus espaldas a esta nueva vía. Por lo que será en el sector de su derecha, también ocupado por amplios huertos, pero sin viviendas, y que se extendían hasta el inmediato río Grande donde comiencen, ahora, a instalarse las nuevas viviendas de los mudéjares que intentan enlazar con la Medina (calle actual de Santa Ana), y más tarde, a imitación de éstos, algunos repobladores cristianos viejos (actual calla de San José), acabando por estructurar todos ellos lo que ya, en los ss. XVII y XVIII, se conocerá como el Barrio Nuevo. Posteriormente pasarán a instalarse a lo largo de la Rambla (actual calle Ancha), situándose frente a la muralla y también adosados a ella. Tras los mudéjares, moriscos y judíos, como se ha dicho, no tardan mucho en imitarlos los nuevos repobladores cristianos, aunque éstos prefiriendo los sectores más cercanos a la Medina y sus arrabales. (Calle de San José, calle Ancha, calle Nueva…) que, como se deja dicho, van configurando el Barrio Nuevo, que, por razones de economía viaria, va dejando, a su derecha, sendos cordones viarios para comunicarse con el monasterio de San Francisco, primero, y después, con otro cordón paralelo al anterior, al sector donde se van instalando los nuevos artesanos: la calle del Agua, por donde transita la de riego que desde los altos huertos moriscos baja a las huertas de San Francisco. Precisamente, a la entrada de esta callejuela del Agua, se deja libre un regular espacio rectangular, donde acabará por asentarse el caserón/ palacete que nos ocupa, el de los Oñate, con fachada principal a esta plazuela, a la que dará nombre, y laterales a la antes citada calle del Agua, por una parte, y por otra, a la que más adelante se llamará, como se ha dicho, calle Nueva (hoy Mira de Amescua), que las remodelaciones de los ss. XVIII y XIX presentarán ya como fachadas principales del sector. Pero el caserón/palacete que nos ocupa – éste de Oñate – antes de ser morada de esta familia, por el siglo XVI, debió ser ya construido, ab initio, por alguno  de los otros nobles repobladores que le precedieran en este sector, alguno de aquellos que los Reyes Católicos beneficiaron con sus mercedes, posiblemente adscrito al linaje de los Herrera, ya que la tipología original de esta mansión, del siglo XVI, es anterior a su ocupación por la familia Oñate, y la heráldica que luce así también parece corroborarlo. En todo caso, en el siglo XVII, este caserón/palacio ya se nos aparece ocupado por la familia Oñate que, sobre la fábrica original, introduce modificaciones sustanciales, hasta el punto de que, a partir de esas modificaciones y restauraciones, los vecinos pasan a conocer la mansión como “La casa Pintada” (sin duda debido a su remodelación), un nombre que acabará por apellidar la plazuela toda: “La Placeta de la Casa Pintada”. Y ya con esta remodelación, restauración o reconstrucción (de que los adjuntos estudios arquitectónicos darán más información, por lo que se omite aquí) el citado caserón/palacete pasará a ser habitado, a principios del siglo XVII, como fecha más tardía, por los Oñate, en donde esta familia y sus descendientes permanecerán hasta el siglo XIX.
Estos Oñate venían de la Casa vasca de Idígoras y sus antecesores habían ocupado puestos relevantes como Correos de Imperio con Carlos I y su hijo Felipe II,uno de cuyos vastagos se establece en Guadix quizá a causa de ocupar un oficio regio, ya que siempre se nos muestran adscritos a la milicia. En todo caso, a su llegada a Guadix y a esta casa, se nos aparecen con cierta indecisión en el uso de sus apellidos que los escriben así : OLALDE, OLLALDE U OLLALDE Oñate, aunque acabará por imponerse este último Oñate, como popularmente se les conoció en la ciudad, de la que enseguida pasaron a formar parte de su oligarquía nobiliaria.
La primera fecha, en nuestros documentos, en que se hace mención de estos Oñate, es la de 1637, aunque se nos remite a otras anteriores. Es cuando don Antonio de Oñate Ollalde comparece ya como Regidor Perpetuo de la cuidad de Guadix, y por ende, de la nobleza, un Oficio que seguramente obtuvo por compra y no por herencia, y que pasará a sus sucesores, adquiriendo en la furuta Guerra de Sucesión de 1700/14, a la CORONA DE ESPAÑA, entre Austrias y Borbones, una notoria importancia. Luego años después, por 1702, uno de los sucesores en la Casa y familia, don Francisco Nicolas Diez Olialde Moreda de Oñate, que se dice hijo de don Buenaventura Diez de los Reyes y Matamoros y de su esposa doña Maria Magdalena de Olialde Moreda de Oñate, descendiente del Regidor Perpetuo antes citado, manifiesta, en un documento, pretender contraer matrimonio con doña Francisca Josefa Barahona y Muñoz Valdivia Guzmán, hija esta de don Gaspar Barahona Muñoz y Gadea, Veedor Mayor de la Fortaleza de la Alhambra y Caballero Veinticuatro de Granada, y de su esposa doña Margarita Teresa Godoy y Guzman, todos de la más rancia nobleza granadina y accitana, y en cuyo documento se alude a esta Casa Principal, al tiempo que se describe el gran capital del novio, especialmente en lo referente a objetos suntuarios, singularmente pinturas, y en donde el novio afirma ser nieto de don Antonio Oñate. Este don Francisco Nicolás Diez Olalde Oñate Moreda se dice militar y decidido partidario de los nuevos Borbones de Felipe V, aludiendo en un testamento que otorga en 1706, antes de salir para la guerra, a su condición de noble y a su voluntad de defender los derechos del Borbón, al tiempo que se muestra exaltado patriota con una proclama testamentaria singular. Posteriormente, por otros documentos de su Casa, sabemos de su carácter violento que le llevará a ser inculpado en un proceso criminal por ciertos incidentes promovidos por su Casa y persona.
Simultáneamente, otros personajes de esta familia que pululan por esta Casa pintada son don Antonio Ollalde Oñate y su esposa doña Ana de Reyes; y el regidor don Juan de Reyes y su esposa dona Luisa Margarita Ollalde Oñate, además del otro matrimonio formado por don Gabriel Fernández Alvarado y su esposa doña Luciana de Reyes.
Por el año1744, el citado don Francisco Nicolás es el titular, seguramente por herencia, del oficio de Regidor Perpetuo de la ciudad que pertenecía a sus antepasados. Y por el año 1746, otorga nuevo testamento o cobdicilo en donde declara poseer entre otros bienes, una bóveda para su enterramiento y el de su familia, sita en la iglesia del monasterio de San Francisco de Guadix, con una losa alusiva a esa titularidad.
Este don Francisco Nicolás y su esposa procrearon siete hijos, por lo que dice el padre, algo díscolos y revoltosos. Al Primero de ellos, don José , dejó titulo u oficio de Regidor perpetuo de la ciudad, que lo adquirió para él, por precio de dos mil reales, aprovechando el momento del otorgamiento de este documento para dejar constancia de la condición alocada de sus hijos, a los que culpa de violentos, que no cesan de pelear entre sí, además de intentar robarse mutuamente y aún a su mismo padre. Otro de los hijos del matrimonio, además del antes citado don José, fue don Antonio Diez de Oñate, para el que adquirió, para du vivienda, una casa sita en el barrio de San Miguel, más debajo de la iglesia, frente al torreón del Ferro, linde con el camino que sale para Granada. Otro de los hijos del citado matrimonio fue don Buenaventura Diez de Oñate y Barahona, militar, Caballero de Campo del Rey Nuestro señor, que temporalmente residía en Madrid. Y todavía otro hijo más fue don Manuel, que se casó con doña María García Molero, no noble, por lo que él fue desheredado por sus padres.
El gran patriarca, don Francisco Nicolás, por fin falleció en el año 1752, siendo enterrado en la bóveda que, como hemos dicho, poseían los Oñate en la Iglesia del monasterio accitano de San Francisco, vecino a su Casa pintada. Una familia, ésta de los Oñate, que por el año 1761, fundaba nuevos vínculos para añadir a los que ya poseían, o había fundado de antiguo su bisabuela en el convento de la Concepción de Guadix.

Ya a finales del siglo XVIII, los herederos y sucesores de esta familia de los Oñate continuaban en el disfrute de su casa y Regidurías y demás privilegios en la ciudad, en cuyo disfrute los sorprendió la Guerra de la Independencia, en el año 1808, y tras vicisitudes desaparecen de Guadix, pasando esta Casa/palacio, por venta, a otros propietarios ya ajenos al tronco familiar de los Oñate.

Agreguemos para concluir una copia de la heráldica que siempre se lució en la fachada de esta casa ( en página aparte), y a continuación una reseña de sus armas y linaje:

Armas:

Olialde.- Apellido vasco.- Escudo cuartelado; así 1o y 4o, en campo de plata, un
león de gules; y 2o y 3o, en el campo de oro, medio cortado de azur.
Oñate.- Apellido vasco, cuya primitiva casa solar estuvo en Oñate (Guipuzcoa),

un linaje que procedía de la Casa de Idígoras.-
Armas: en el campo de oro, tres franjas de gules.

HOTEL PALACIO DE OÑATE

FONDA COMERCIO

A partir de 1905 una parte del inmueble actual se convierte en FONDA

“FONDA COMERCIO” En 1909 pasa como turista la infanta Doña Eulalia hermana de Rey Alfonso XII precursora del turismo, que hizo un recorrido por andalucia, comiendo en la «Fonda Comercio» un cocido y una merluza

Durante toda esta época que no existía prácticamente el turismo, el negocio se centraba en los viajantes de comercio, estos venía en tren y se les recogía en coche de caballos propios del hotel, venían con grandes baúles y se quedaban mas de una semana, presentando sus productos al comercio local, se reunían en el comedor actualmente donde se ubica el pozo alrededor de una estufa, en las habitaciones no existían baños solo un
espejo con zafa y balde para lavarse, los baños estaban situados el los pasillos.
Ya en los años de la guerra Civil se convierte en cuartel de las fuerzas unas veces republicanas otras nacionales y a partir de los 60 se convierte en Hotel de 1 estrella, por aquí pasarán muchas estrellas de cine debido al denominado «espagueti western» que se realiza en el poblado de la Calahorra y un gran número de películas de todas las categoría,como por ejemplo Omar Sharif. Henry Fonda. Terence Hill. Brigitte bardot, Alain Delon, lee Van Cleef, Burt reynolds, Claudia Cardinale, charles Bronson, orson welch, Chalrton Heston,etc pueden ver cuantas películas se realizaron en el libro Guadix y el Cine

En los años noventa se transforma, con una ampliación en Hotel de 3 estrellas y en el 2004 en 4 estrellas con spa en esta época se incorpora la parte que quedaba en pie del antiguo Palacio de los Marqueses de Oñate, y se convierte en el HOTEL PALACIO DE OÑATE.